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Preparación humectante: Antes de usar Kessa, asegúrese de haber tomado una ducha o baño tibio para suavizar la piel y abrir los poros. El vapor y la humedad facilitan la eliminación de las células muertas de la piel y promueven una exfoliación más eficaz.
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Movimiento circular suave: Utilice el guante Kessa con movimientos circulares suaves sobre la piel. Evite presionar demasiado, especialmente si es la primera vez. Un movimiento suave y regular ayudará a eliminar las células muertas de la piel y promoverá la circulación sanguínea, lo que puede proporcionar una piel fresca y radiante.
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Concéntrese en las áreas problemáticas: Si tiene áreas con piel desigual o presencia de sequedad, concéntrese más en estas áreas. El guante Kessa es ideal para abordar problemas específicos y su uso regular puede ayudar a mejorar la textura y elasticidad de la piel con el tiempo.
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Continuación con hidratación: Después de usar el guante Kessa, enjuague bien la piel y aplique una loción o aceite humectante. La exfoliación puede hacer que la piel sea más susceptible a la humedad y este paso ayuda a restaurar el equilibrio de humedad de la piel, dejándola sedosa e hidratada.
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Uso regular: Para obtener mejores resultados, use el guante Kessa con regularidad, pero con moderación. Una o dos veces por semana suele ser suficiente para mantener una piel sana y radiante. El uso excesivo puede provocar hipersensibilidad o irritación, así que siempre escuche a su piel y ajuste el uso según sea necesario.
Si sigue estos consejos, podrá maximizar la eficacia de su guante Kessa y disfrutar de una piel renovada y saludable con cada uso.